LA REMODELACIÓN SOSTENIBLE DEL
HOSPITAL. PROCESOS Y CLAVES
Cuando
desde la organización del Congreso me pidieron opinión sobre la temática
general que podría ser la base común en la mesa de arquitectura no dude en que
el momento actual tenía que reflejarse en las distintas ponencias ya que la
crisis que estamos sufriendo será el catalizador de una nueva forma de
enfrentarse con las necesidades de nuevas infraestructuras hospitalarias.
Por
ello, la sostenibilidad en el sentido amplio de la palabra me pareció el mejor hilo
conductor de la mesa. Básicamente la sostenibilidad
consiste en satisfacer las necesidades actuales sin sacrificar la capacidad de
futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades…. parece que no
hemos hecho las cosas demasiado bien al menos desde el punto de vista de la
sostenibilidad.
Como decía mi socio y amigo Emiliano Rodríguez el
pasado año en el congreso de Valladolid, parece que en los últimos años ha
habido una fiebre por ejecutar nuevos edificios no siempre necesarios, que en
muchas ocasiones han sido el reflejo de ambiciones políticas y también
profesionales; podríamos decir que no ha habido proporcionalidad entre lo
ejecutado y lo necesario. El tiempo está
demostrando que hemos construido más de lo que necesitábamos y no solo me
refiero a la arquitectura, ni si quiera a la arquitectura hospitalaria.
En los próximos años los gestores del sistema
sanitario público y los arquitectos del sector tendrán que tirar de
imaginación, de innovación y de oficio, serán pocos los nuevos hospitales que
se construyan, la mayor parte de las actuaciones se centraran en intervenciones
de mayor o menor grado sobre edificios de los de siempre y también de los
recientes que tendrán que adaptarse a las nuevas demandas asistenciales y
tecnológicas. Ahí es donde quiero centrar mi ponencia en como fijar un camino
al intervenir en edificios existentes de forma que esas actuaciones sean
‘sostenibles’, sean actuaciones de futuro.
Para mí son 4 las claves básicas de cualquier actuación
de reforma en un hospital.
Funcionalidad. Es un atributo común a cualquier
actuación, también en casos de nueva planta, pero en intervenciones en
hospitales existentes es clave para la adecuada explotación de los recursos y a
veces se sacrifica utilizando la excusa de la pequeña escala de la
intervención.
Integración. Las pequeñas intervenciones deben
integrarse con el modelo existente, los nuevo y lo existente son compatibles,
no hay que hacer alardes innecesarios ni soluciones efectistas. Hay que plantear
soluciones equilibradas y respetuosas con el conjunto.
Compatibilidad. Lo que se haga tiene que ser compatible con la
actividad asistencial de la zona afectada y del conjunto; el coste social de la
alteración de un servicio es normalmente mayor que el coste económico. Las
inversiones públicas las pagamos entre todos y no son exclusivas de algunos
departamentos que solo pretenden ver la parte que les afecta.
Estas
claves son necesarias para el éxito de una intervención, pero no siempre son
suficientes para considerar la intervención sostenible, para tener garantías de
futuro hay que considerar la globalidad
del conjunto; la consideración de la GLOBALIDAD es la clave fundamental de la
sostenibilidad en una intervención hospitalaria.
Cualquier intervención dentro de un Hospital debe
partir de una consideración sobre la globalidad del edificio. Para intervenir
en lo MICRO hay que controlar lo MACRO. Al enfrentarnos con una intervención de
cierto calado, la primera reflexión debe ser la de definir un horizonte global.
Hay que hacer un esquema de crecimiento que no condicione el futuro del
edificio. No se trata necesariamente de forzar la redacción de un Plan Director
o de un Plan de Reordenación Funcional, sino de fijar unos criterios
elementales que no hipotequen actuaciones futuras.
Es cierto que algunos hospitales están muy bien
planteados y los modelos de crecimiento son obvios, pero son muchos los
hospitales urbanos, los de toda la vida, que acaban necesitando crecer y que lo
hacen de forma tumoral con planteamientos mezquinos, carentes de toda
reflexión; con soluciones que muchas veces rayan el chabolismo
Analizaremos estos aspectos en tres ejemplos
concretos.
HOSPITAL STELLA MARIS DE LIMA
Es un hospital pequeño, de unos 15.000 m2 y un
ejemplo de los más claros que hemos visto de improvisación y falta de criterio
al enfrentarse a obras de ampliación. Hay un equipo técnico local desarrollando
los proyectos y supervisando las obras. Hasta ahora han realizado
intervenciones puntuales que aparecen como cuerpos añadidos al edificio
principal sin más criterio que resolver la necesidad de espacio y utilizando a
veces efectos formales bastantes inconsistentes.



Debatimos sobre los conceptos porque nos parecía
que era lo importante pero lógicamente les dimos una solución sencilla y
equilibrada, una solución de sentido común, que no precisaba refuerzo alguno ni
afección asistencial. Solución que este caso además tenía menor coste en todos
los sentidos.
HOSPITAL DE VALME. SEVILLA
El hospital de Valme es un hospital concebido desde la diputación de Sevilla, con parte de la hospitalización destinada a beneficiencia en habitaciones de 3 camas y otra al seguro con habitaciones de 2 camas; sin embargo las obras estuvieron unos años paradas y finalmente paso a depender del seguro social. Como consecuencia de ese cambio, en fase de ejecución sufrió algunas modificaciones que desvirtuaron levemente el esquema conceptual.
En 2008, desarrolladas la mayor parte de las
actuaciones planificadas en 1999, un nuevo equipo directivo inicia nuevas
actuaciones de reforma interior y nos plantea la necesidad de crear nuevos servicios
cuya envergadura precisaban crecer fuera del edificio. Con esas premisas
planteamos al equipo directivo la necesidad de realizar una revisión al Plan
Funcional, que en realidad era un planteamiento nuevo en el que analizamos un
modelo de crecimiento de futuro en base al cual se inicia las obras necesarias
a corto plazo si bien perfectamente englobadas en el contexto general del
hospital.
HOSPITAL RICARDO PALMA. LIMA
Esta situación se ve agravada por la dispersión
funcional, donde parte de los servicios se han situado en parcelas del entorno,
incluso ha sido necesario ejecutar un aparcamiento por parte del hospital en
parcela anexa para mitigar los problemas de trafico generados en el entorno.
El día de la presentación a los responsables de
gestión nos congratulo el comentario del gerente al ver la imagen de portada
‘por fin veo a alguien que plantea una imagen integral del hospital´’. Fue un
espaldarazo al trabajo realizado; habíamos enfocado la actuación por el camino
adecuado.
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