martes, 4 de octubre de 2011

Inauguración de Bionand. Reflexiones

El jueves pasado 22 de Septiembre, se inauguró el Centro de investigación Bionand, ubicado en el Parque tecnológico de Málaga. Es el primer laboratorio biomédico en España dedicado especificamente a la nanomedicina. En Planho hemos redactado el proyecto y hemos dirigido las obras. Procuramos en Planho eludir el “aire vanidoso” que circula cerca de la práctica de la arquitectura. Hace poco, comía con un amigo chileno, en un restaurante andaluz y "moderno", a veces esto no es incompatible, restaurante donde "casualmente" te tropiezas con el cocinero a la salida, y te habla de "sus composiciones", con detalle, como para que te aprendas la receta. Mi amigo me dijo que
no hay profesiones más narcisitas que los cocineros y los arquitectos. Rápidamente, creo que en tono cariñoso, aunque no me atrevería a asegurarlo, me dijo que no advertía en mí esta condición vanidosa. No dije nada, por si tenía preparada una réplica a la medida.
Decía que procuramos en Planho, eludir actitudes presuntuosas, quizás nos sentimos más ingenieros de la arquitectura, que "arquitectos" de la arquitectura algo así, como le pasaba a Gabriel Celaya, salvando las distancias, para no pecar de presuntuosos, "me siento un ingeniero del verso......". Pero, cuando empiezas a notar que acaba una relación de privilegio con el edificio que has proyectado y dirigido, que el edificio empieza a tener habitantes diversos, dueños, administradores, laborantes, y estos empiezan a tener una relación amigable con el edificio, es lícito sentirse "moderadamente satisfechos". Algo así, a lo que ocurre cuando se bota un barco y se comprueba que flota, satisfacción generalizada. Creo que los futuros usuarios piensan que básicamente el edifico es el que necesitan, al menos así me lo manifestaron los responsables del centro, Autoridades y resto de "personal" presente en el acto. Felicitaciones generalizadas, creo que sinceras, más allá de parabienes protocolarios.


Quiero aclarar lo de "moderadamente satisfechos". Es cierto que el resultado es satisfactorio, que responde a “hábitos técnicos y funcionales” que evidencian solvencia profesional por parte de Planho, de sus técnicos. Precisamente por ello, por esa lógica de las soluciones experimentadas, de la calidad normalizada, se evidencian mas facilmente los aspectos a corregir, a mejorar. La necesidad de buscar soluciones más allá del protocolo, más allá de lo estrictamente razonable. Si logramos mantener ese espíritu continuado y crítico en nuestros proyectos, en nuestras obras, podemos sentirnos moderadamente satisfechos.

Me suele pasar siempre que empiezo a escribir de arquitectura. Escribo más de conceptos varios, de actitudes, incluso de anécdotas, que de arquitectura. Pero esto no es una "memoria constructiva" y por ello no tiene este artículo una lógica calculada, una descripción detallada, un método normalizado. Y es que ahora creo que para mejorar es necesario fortalecer más nuestros habitos, que nuestros protocolos, perfilar más nuestras actitudes, que nuestras estrategias, rellenar más nuestra experiencia, que nuestro curriculum. La practica de esta profesión está mediatizada por tantas normas, ordenanzas, protocolos, controles, visados, permisos, licencias, procedimientos, códigos, guías, actos administrativos de toda índole y todo ello según tantas interpretaciones y conjuntos de criterios, diversos, diferentes, complementarios, según funcionarios de diferentes administraciones locales, autonomicas o nacionales, con competencias globales, parciales, sectoriales, solapadas, incluso contradictorias, que culminar una obra de arquitectura, abrir legalmente un edificio acaba siendo una quimera. Bionand ha empezado a abierto sus puertas, ya no es una obra, ahora es un centro de investigación, ya no es de los arquitectos. Podemos estar moderadamente satisfechos.

En esta maraña burocrática, en esta espesura administrativa, en la que se desenvuelve la practica de la arquitectura en este pais, maraña, espesura, embrollo, que afecta, estoy seguro, a casi todos los ámbitos de la actividad económica, mejor no entrar en este tema, ya tengo bastante con lo mío, como decía aquel; ejercer la profesión, ejercerla con dignidad, incluso simplemente con profesionalidad, es harto complicado. El arquitecto ha de sacar a relucir sus mejoras habilidades, sobre todo las relacionadas con el carácter y la determinación. Tampoco le vienen mal al arquitecto manejar otras habilidades relacionadas con la forma, la luz, la función y la técnica. Pero no tengo dudas, hoy para el ejercicio de esta profesión son más importantes los valores que tradicionalmente se han atribuido al militar, quien lo diría: rigor, disciplina, determinación, incluso valentía.


No me parece oportuno, salvo de pasada, comentar otros aspectos, porque dan para tratados. Todo lo relacionado con la contratación pública en España, "el cachondeo", perdón por la expresión, en el que han convertido este tema las constructoras con el beneplácito, cuando no connivencia de la Administración, ó de gran parte de la Administración. Tampoco he querido comentar otro aspecto, que da para un tratado menor ó novela, lo relacionado con las compañías suministradoras, con "mando en plaza" . Espero abordar estos temas tan áridos en otra ocasión. Pero no me digan que exagero cuando hablo de la necesidad de contar con valores relacionados con la "fortaleza del espíritu".

La experiencía te suele hacer más tolerante en la mayoría de las actitudes y más radical en los principios. Los principios que orientaron el proyecto, han de mantenerse hasta el final. "fortaleza de espíritu" "espíritu militar" para que el proyecto sometido a vaivenes y abatares de todo tipo no pierda sus señas de identidad ó plerda las señas básicas. Y en esto de las señas las hay de dos tipos, como los pecados: mortales y veniales y además no se puede perder de vista que varios veniales hacen un mortal, algo así como la acumulación de faltas personales en el baloncesto. Pues bien, Bionanad se parece a lo proyectado, es más, se parece bastante. Ahora me acuerdo, de la frase de aquel profesor de la Escuela, que decía hace más de treinta años: "Tened cuidado con lo que dibujais que después se parede a la realidad" , hoy no estoy seguro que se atreviera a pronuciar esta frase. Pero es más: Algo excepcional, la desviación económica de la obra ha sido inferior al cinco por ciento. Creo que podemos estar moderadamente satisfechos.

Pero en en todo esto solo podemos estar "moderadamente satisfechos" por lo que nos corresonde, que creo que es bastante, un proyecto bien planteado, bien concebido, bien definido, una dirección con la profesionalidad y el espíritu adecuado a las circunstancias. Pero, están los otros dos agentes de la cosa: La propiedad y la constructora. Las dos son importantes, pero la propiedad es esencial. No es que no sea importante la constructora, que lo es, pero cuando la constructora falla, se la puede cambiar ó al menos se puede cambiar al equipo de obra, al responsable de área, de ahí, para arriba es más difícil. Obviamente, la propiedad, es la propiedad, no hacen falta más comentarios.


Nos gustan los clientes exigentes y rigurosos, que no los imperativos y severos, los que exigen más soluciones que justificaciones, más argumentos que alegatos, mas calidad y menos protocolos. En definitiva más edificio, más arquitectura y menos expediente. Este es el caso. La propiedad, la Fundación Progreso y Salud, dió, averiguó ó gestionó la repuesta a las dudas sobre requerimientos y demandas de sobre usos no convencionales, no facilmente predecibles, participó en las comisiones mensuales de obra, fijando sus principios, debatiendo y encontrando una posiciön compartida, equilibrada sobre los tres factores interdependientes a controlar en todas obra: plazo, precio, calidad. Se nos ha exigido, pero siempre se ha respetado nuestra posición con respecto a la interpretación técnica y económica del proyecto, más allá de comentarios socarrones y creo que en el fondo cordiales, sobre el monocromatismo de la cosa y mi predilección por los grises.

En mi ya medianamente luenga carrera profesional, rara vez conté con un programa funcional preciso, con todos sus requerimientos, identificacion de espacios, equipos, caraceristicas y condicionantes y cuando lo tuve, rara vez se pareció al resultado final. Y es que no estoy seguro de que este sea el procedimiento. Me parece más interesante que la Propiedad sepa definir, básicamente lo que se pretende, los resultados esperados. Esto puede parecer una obviedad, pero no lo es. En la Administración, no siempre la propiedad sabe lo que quiere ó hay tantos interlocutores que es imposible identificar el criterio imperante. Cuando la propiedad sabe lo que quiere, cuando gerencia el proceso, aparece la creatividad, la complicidad, la implicación, la entrega y todos aquellos valores que no regula ni el Pliego, ni la Ley de Contratos del Estado. Es bueno que los detalles, especificaciones técnicas, equipamiento etc, no aparezcan por fascículos, a borbotones, pero lo importante es el dialogo. Si en el proceso hay un dialogo, el resultado final puede ser magnífico.

Pero es más, todo es mejorable, obviamente, pero no creo en el tan cacareado "perfecto modelo anglosajón" de plan funcional preciso, pliegos estrictos y proyectos superdefinidos. Y no creo por dos motivos: primero porque en la realidad los documentos mencionados no son perfectos; sencillamente porque perfecto no hay nada, y segundo, porque como los documentos, no son perfectos, porque perfecto no hay nada, no evitan el posterior "dialogo", dialogo que se hace complejo y complicado, adornado de ribetes jurídicos, legalistas y liderados por abogados, gerentes de proyecto, gerentes de calidad, consultores de toda índole, y todo ello para al final, también llegar a un acuerdo. No quiero quitarle importancia a los pliegos, contratos, proyecto y demás documentacion juridica y tecnica, pero no se puede suplir con clausulas duras, con contratos leoninos, la falta de atención a las incidencias cotidianas de la obra, la falta de sensated, la falta de responsabiliad. Quien quiera, que entienda. En el caso que nos ocupa, nunca se ha perdido el hilo del dialogo fluido, constructivo y por ello, nunca se ha perdido la confianza. Al final el resultado está ahí. Otro dato: mil doscientos cincuenta euros por metro cuadrado, IVA incluido. Podemos estar moderadamente satisfechos.


No sería justo no hacer mención a la Empresa constructora Sando, profesionalidad y eficacia. Mi mayor consideración para un magnífico Jefe de obra. Jose Mercado, al que podría definir como el perfecto Jefe de Obra. Conocimientos de obra, deplanificación, serio, riguroso, seguro, educado y un pasito por delante del arquitecto. Hago extensiva mi felicitación al resto de su equipo y en especial a un oficial, cuyo nombre no recuerdo, pero que procuraré averiguar, que con una pericia nada habitual, aceptó el reto, por mero orgullo profesional, de colocar las placas de techlan, en los paramentos opacos de los patios según un despieze adaptado a los ritmos de una geometría no dibujada, pero presente en "el orden lógico". Albañil, de avanzada edad y hechuras generosas de los que ya no quedan, como diría mi padre, y que estoy seguro que expresaría la circunstancia geométrica con algo así como, lo que esta bién, esta bién ó las cosas son como son. Gracias, compañero del oficició.

Ya decía yo, que cuando escribía de arquitectura tenía, cierta tendencia a hablar más del oficio, de la practica de la arquitectura que de la arquitectura. Hora es de que introduzca alguna reflexión sobre la cosa. Difícil es que el edificio se parezca a lo proyectado, pero en este caso lo hemos logrado, por ello me puedo permitir el lujo de hablar de lo que pensábamos de debía de ser el edificio. Pensábamos en un edificio mesurado, tranquilo. Economía y eficacia de la forma y los materiales y por tanto de la estructura física y de la estructura funcional. Protegido de un exterior anodino, pero no ignorado desde fuera. Luminoso por dentro, arquitectura hacia dentro, sosegada, sin estridencias formales, de texturas o de colores que compitan con la geometría lógica, rítmica y equilibrada. Espacios para el trabajo y la concentración. Cuando hablo de la lógica funcional, de la lógica estructural, de la modulación, obviamente también estoy pensando en la lögica de las instalaciones, de sus trazados, de su zonificación, de su mantenimiento. Pero este tema y este asunto creo que merece reflexiones específicas que desde aquí invito a compartir a nuestro cólegas y colaboradores de Inghofm.

Pero también había que hablar de aspectos a mejorar. Habrá que concluir sobre esto con un algún informe,un poco adelante, después de un rodaje razonable del edificio. Entonces, tanto la propiedad como nosotros podremos analizar con más criterio aspectos globales, como la congruencia entre lo planificado, lo proyectado, lo construido y lo que realmente se necesitaba, así comió aspectos técnicos y funcionales mas concretos, sobre alguno de los cuales adelanto mi opinión. El salón de actos plantea un problema de oscurecimiento, las especificaciones del proyecto en este aspecto son escasas. El Uglas de la fachada tiene más de gesto formal que de solución constructiva eficaz, con problemas derivados del soleamiento excesivo, dada la orientación. Ya henos debatido sobre la solución, mayor vegetación en el exterior. Es una solución inmediata, incluso es probable que quede bien, pero me vais a permitir que exponga aquí ese aforismo popular que dice que "los arquitectos tapan sus malas obras con yedra y los médicos con tierra". Podíamos seguir con otras consideraciones de menor calado, pero no es el momento y en cualquier caso no suficientes para que repita por última vez que Bionand ha comenzado a funcionar. Ya no es una obra, ya empieza a no ser un edificio, empieza a ser un centro de investigación, podemos estar, sin pecar de presuntuosos, "moderadamente satisfechos".

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